Desde el lanzamiento del plan estratégico «Made in China 2025» en mayo de 2015, bajo la dirección del entonces primer ministro Li Keqiang, China ha trazado un ambicioso camino para pasar de ser la «fábrica del mundo» a una potencia mundial en manufactura avanzada. Este proyecto no solo busca aumentar la autosuficiencia tecnológica del país, sino también reducir su dependencia de tecnologías extranjeras, consolidándose como líder en sectores estratégicos.
En este blog de ZTalent, exploramos los avances, desafíos y el futuro de esta iniciativa en el contexto del decimocuarto plan quinquenal y el objetivo a largo plazo para 2035.
Motivación detrás del plan «Made in China 2025»
China comprendió que depender de tecnologías extranjeras, especialmente en sectores críticos como semiconductores, representaba un riesgo económico y estratégico. Además, las tensiones con Estados Unidos y las sanciones impuestas por este país subrayaron la necesidad de independencia tecnológica. La visión del plan es clara:
- Reducir la dependencia de tecnologías extranjeras, especialmente en áreas críticas como semiconductores.
- Responder a sanciones de Estados Unidos que impactan la industria tecnológica china.
- Liderar sectores estratégicos como robótica, energías renovables, biotecnología y telecomunicaciones.
Desarrollo y pilares de «Made in China 2025»
El plan identifica diez sectores clave, entre las medidas implementadas destacan:
- Sectores clave: Tecnologías de la información, robótica avanzada, vehículos eléctricos, biomedicina, entre otros.
- Inversión en I+D: Aumento significativo en investigación tecnológica.
- Autosuficiencia: Incentivos para la producción local.
- Infraestructura tecnológica: Expansión de redes 5G y digitalización industrial.
Avances destacados
- Vehículos eléctricos: Cerca de 10 millones de unidades vendidas en 2023, superando las expectativas.
- Energías renovables: Líder mundial en paneles solares y turbinas eólicas.
- Redes 5G: Referente global en conectividad y digitalización.
Desafíos pendientes
Aunque los avances son innegables, algunas metas clave siguen pendientes:
- Semiconductores: Dependencia tecnológica en la producción de chips avanzados.
- Innovación limitada: Rezagos en maquinaria avanzada y robótica.
- Autosuficiencia incompleta: El objetivo del 70% de producción local en sectores clave aún no se alcanza.
La posición del gobierno de Estados Unidos
El gobierno de EE. UU. percibe «Made in China 2025» como una amenaza para su liderazgo tecnológico. En respuesta, ha impuesto sanciones comerciales, restringido exportaciones de tecnología avanzada a China y fortalecido alianzas globales para contrarrestar su influencia.
El decimocuarto plan quinquenal y la visión hacia 2035
El decimocuarto plan quinquenal (2021-2025) y la hoja de ruta para 2035 amplían los objetivos del proyecto «Made in China 2025». Entre sus principales metas destacan la modernización socialista, con el objetivo de incrementar la potencia económica y tecnológica del país; el modelo de doble circulación, enfocado en el crecimiento del consumo interno mientras se integran en la economía global; y la protección ambiental, que busca aumentar la sostenibilidad y promover una economía ecológica. El objetivo de largo plazo es consolidar a China como una potencia tecnológica y económica global, marcando un cambio de paradigma en el liderazgo mundial.
Conclusión: Un camino lleno de desafíos y oportunidades
«Made in China 2025″ ha logrado avances significativos, pero los desafíos pendientes, como la autosuficiencia en semiconductores, muestran que el camino aún es largo. Con objetivos claros hacia 2035, China sigue trabajando para convertirse en una potencia global en tecnología y manufactura avanzada.
